Aunque el COVID ha afectado el desarrollo de nuestros programas comunales, nuestro trabajo de campo no ha sufrido mayores impactos.
El monitoreo de osos de anteojos en el campo requiere paciencia, sentido de aventura y amor por el terreno accidentado y los bosques del norte de Perú.
La descripción laboral para ser parte de nuestro equipo de campo no es para los débiles de corazón.
Nuestro trabajo de campo requiere de la observación silenciosa, a veces durante días, para tener la oportunidad de observar directamente a los osos (aunque algunas veces no observamos ninguno). Demanda cubrir innumerables kilómetros a pie para localizar nuevas poblaciones de osos. Te obliga a navegar por terrenos muy accidentados con cactus, precipicios, bosques densos y ríos para instalar cámaras trampa que registran la vida de los osos en la naturaleza.
Pero sobre todo requiere de mucha pasión para proteger a los osos de anteojos.
Aquí puedes observar a nuestro equipo de campo trabajando.
El trabajo de campo es un primer paso fundamental para proteger a los osos de anteojos.
Cuando tenemos datos para entender el comportamiento de los osos y cómo usan los bosques, y cuando identificamos las amenazas más importantes para sus hábitats podemos trabajar con las comunidades y autoridades locales para la protección efectiva las áreas vitales que los osos necesitan para sobrevivir en sus ambientes naturales.